Mi nombre es Eugene Demboring Dieme, tengo 25 años, nací en Gambia,un país situado en el interior de Senegal. Crecí en Casamance, la zona meridional de Senegal, en Thionck-Essyl. Por eso, me nacionalicé senegalés.
Soy estudiante de filología española en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, la capital senegalesa.
Tengo una familia. Pero mis padres no se casaron. Con mi padre tengo un hermano, que vive en Dakar con mi tía y con mi madre también tengo un hermano, que vive en Gambia con ella. Mi padre vive en Asturias con su mujer y yo actualmente en Dakar por los estudios. De todos, yo soy el mayor, por lo tanto, tengo más responsabilidades que ellos, pero eso me gusta.
La verdad es que estar lejos de mi familia me afecta un poco. Pero intento entender la situación así: «Hay razones mayores por las que hay que partir». Tienes que irte de tu lugar para formarte académicamente, por trabajo, por razones de salud y tantas otras situaciones que puedan pasar en la vida.
Me gusta jugar futbol, correr y el baloncesto.
Creo que soy una persona abierta y me gusta conocer a la gente, me considero divertido y amigable .Esta cualidad me llevó a conocer a Toubabs Team, una ONG ilicitana, justo al final de su primer viaje a Dakar, perdidos en la ciudad.
Nuestra relación empezó en 2015 cuando buscaban el Aula Cervantes de Dakar a las 8 de la noche por un concierto. Salí de la Universidad, donde vivo, por la puerta principal, para pasear. Justo enfrente les veo y les oigo preguntar a gente que pasa, «¿Dónde está el Instituto Cervantes?» Estaban enfrente pero nadie se lo sabía indicar y giraron en dirección opuesta. Yo me acerqué para ayudarles. Antes de llegar hasta ellos, cruzaron la carretera para irse detrás del instituto, y les tuve que perseguir hasta la piscina olímpica de Dakar. Ya allí hablé con ellos y les llevé hasta el Aula Cervantes .Y cuando quise seguir mi paseo, me invitaron a disfrutar con ellos el concierto. Lo que acepté. Nos presentamos. Me explicaron el motivo de su viaje y les dije también quien era yo.
A partir de ahí, les invité el día siguiente a un partido de futbol del club de mi región, Casa Sporting Club, para aprovechar sus días de pausa antes de regresar. Y eso les gustó, sobre todo el ambiente animado de los seguidores, que animaban con su orquesta, cantando canciones y bailando el baile diola, mi etnia.
El mismo día, por la noche, volvieron a España
Pero, no cortaron los lazos. Nos escribimos. Eso ha reforzado nuestra relación.
Así, nos volvimos a ver en 2016 en su segundo viaje, cuando fueron a Sam Sam 3, en las afueras de Dakar, un barrio muy pobre, para la puesta de la primera piedra del dispensario que están construyendo. Nos vimos varias veces cuando no tenía clase, hasta el fin de su estancia. Eso me encantó.
También pudimos estar juntos en enero, en su último viaje a Sanghé, en la región de Thies, cuando fueron para formar a las mujeres del pueblo a hacer pan para que se vuelvan independientes económicamente. En esto, acompañé a otro Toubab desde Dakar hasta allí. Es el artista de la ONG Jose Luis. Estuve con ellos hasta el fin de su misión. En este sentido, colaboro con ellos.
Este verano 2017, con su programa de contribuir a la formación de los estudiantes y profesionales, me han matriculado en la Universidad de Alicante para un Curso de Verano sobre «El Voluntariado Internacional y su Vinculación en la Consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible».La ONGD ha pagado todo, el billete, el curso y la manutención.
Mi viaje a España me permitió conocer más la cultura y la gastronomía española. También, descubrí que en España cada comunidad, es otro mundo. Porque tiene su cultura, gastronomía y su lengua local. Además, conocí la historia de la Reconquista, ya que llegué a España en el periodo de fiestas de Moros y Cristianos que representan eso. Y visité muchos eventos relacionados con la historia de España. Como por ejemplo el Museo de Arqueología e Historia de Elche, donde visité una exposición sobre la España antigua. Descubrí que España también era un país muy pobre y hubo hambre. Y la gente ha trabajado mucho para llegar al desarrollo. Eso debe ser un ejemplo para mi país, Senegal.
Para mí, para que lleguemos al desarrollo, hay que, primero, cambiar la mentalidad de la población. Eso puede hacerse a través de la educación en el periodo infantil. Porque los niños y niñas deben crecer con algunos valores. Así, de mayores podrán actuar activamente para el desarrollo de nuestro país, olvidando su pertenencia étnica y religiosa. Porque, en Senegal es una tradición, crecer con esta ideología. Estas últimas, constituyen, a mi parecer, el primer freno de desarrollo de África, en particular de Senegal.
En resumen y para concluir con mi viaje a España decir que fue fantástico He encontrado buena gente. También, agradezco mucho a Toubabs Team porque no solo me han permitido practicar la lengua y hacer una buena formación para ayudarles a asistir a mi población sino que también han facilitado la visita a mi padre y a su mujer en Asturias.
No puedo pasar sin agradecer a la gente de Novelda, en especial a la Comparsa de los Piratas y nuestra filá, donde soy su Pirata de Honor. Gracias a todos por su amabilidad . Me enamoré de España gracias a ellos.
Con cariño, Eugène ( Dembo)