Sam Sam volvió a despertar ayer muy temprano. La llamada del muhecin desde la mezquita, a las seis de la mañana, nos pone a todos en pié. El equipo de óptica arropado por nuestros sanitarios continúa con sus revisiones. Los casos de conjuntivitis infantil se repiten constantemente y ya son más de cuatrocientas las personas que gracias a este programa de cooperación han sido atendidas y disponen de gafas graduadas y de sol. En el programa de atención a la discapacidad y ganandonos la confianza de las familias, gracias a la mediación de Sor Regina, ya se han detectado más de una decena de casos que se trasladarán a las autoridades locales para que se comprometan a hacer un seguimiento y prestarles la mínima ayuda necesaria.
Las clases de emprendimiento marchan a buen ritmo y las mujeres tienen ahora más herramientas para la inminente puesta en marcha de su cooperativa de costura que les permitirá generar ingresos para tener independencia económica y mantener dignamente a sus familias.
Nuestro Toubab José Luís Mora Rozalen, sigue buscando la colaboración de los maestros y niños del barrio para el ambicioso, pero hermoso proyecto, de colaborar en la realización de un mural en el nuevo centro de salud. Y es que cada día tenemos más claro que nosotros sólo somos un pequeño paso para que los vecinos de Sam Sam crean en ellos mismos y en el enorme potencial que tienen.